“No intento comprender la profundidad de tu misterio, solo quiero conocerte mejor”, escribió san Agustín en sus Confesiones. Queremos conocer a Jesús, por quien todo fue hecho y que es el Amado del Padre. Ese conocimiento es la ciencia más alta, y podemos procurarlo en la Escritura, en la razón teológica, en el arte pero sobre todo en la oración, a través de la identidad de corazones.
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2025-07-11 Amor de Cristo, amor a Cristo.
Invitaba san Benito a no anteponer nada al amor de Cristo. En primer lugar, porque ninguna consideración es más importante que la verdad del amor de Cristo por mí. Después, porque debo orientar toda mi vida a cuidar y acrecentar el amor que a Cristo le tengo. Ese amor se logra con el trato, y mucho ayuda también hacer continuos actos de amor, aunque parezca que solo son de boca.
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2025-07-10 La confesión es acción sagrada
Valorar el regalo: Jesús ha muerto en agonía para que nuestros pecados fueran fácilmente borrados: basta nuestra contrición y la confesión de ellos. Es una acción sagrada en la que vamos ante el tribunal de Cristo. Estamos invitados a ponernos en presencia de Dios antes de acercarnos al confesonario, para enfocar el sentido de nuestro dolor: el que hemos causado a Aquel a quien amamos. Poner en práctica el carisma de la Obra: la confesión, pues de otra manera, estaríamos andando por las ramas.
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2025-07-09 El pecado: maldad insondable
El relato del pecado original recogido en el Génesis nos recuerda el enorme daño para el hombre y para el cosmos que causó la culpa primera. Intentemos no acostumbrarnos a la presencia del pecado, de manera que siempre nos produzca un saludable shock. Situaciones frecuentes de pecado que se han convertido en un dato sociológico, pero que encubren una profunda iniquidad. Cuando el universo no puede más, reacciona, y Dios permite que se produzca una catarsis de equilibrio.
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2025-07-08 Verbo encarnado identidad
El Verbo de Dios es también carne humana, es el objeto de nuestro amor. Busquemos la identidad con Él en la Eucaristía, en la oración, en la cruz. Hemos de morir al yo para vivir en Él. Él me lo pide: Vengan a mí, tengo sed, permanezcan en Mí. Gritos de anhelo de unión: todo lo mío es tuyo. Toma mi Carne, mi Sangre, mi Espíritu, mi Madre, la eternidad, los ángeles…
Pláticas de contenido espiritual, también llamadas “meditaciones”. Pueden ser una ayuda para tu trato con Dios. Estas meditaciones han sido predicadas por el Pbro. Ricardo Sada Fernández y han sido tomadas de la página http://medita.cc